Tuesday, March 27, 2012

Benigno Vázquez Rodríguez in memoriam


Hay hombres que viven con la pretensión de alcanzar la gloria mientras que 
hay otros a los que la gloria los reclama como parte indisoluble de su patrimonio... 
Mi tío -sin dudas- pertenece a los segundos.

Benigno Vázquez Rodríguez
  4 de Abril de 1904, Finca San Agustín, Monte Alto, Los Arabos, Matanzas, Cuba
15 de Noviembre de 1971, Ciudad de la Habana, Cuba

Hace tiempo que tenía la intención de cumplir con un deber insoslayable: sacar del anonimato a una de las figuras más importantes de las letras cubanas del siglo XX, el poeta, periodista y crítico literario Benigno Vázquez Rodríguez.

Nacido en el seno de una familia campesina, se identificó precozmente con el amor por la naturaleza y el ambiente bucólico a través de la contemplación de las bellezas que su rincón pueblerino le mostraba.

Bebió en fuentes del saber diversas, asimilando de manera autodidacta tanto a escritores clásicos internacionales como a los nacionales.

En su afán de apropiarse del conocimiento universal, dedicaba largas jornadas a la lectura, en ocasiones, a la luz de un candil, tratando de descifrar los misterios de un mundo, que aunque consideraba enigmático, creía que era cognoscible.

Su avidez por el enriquecimiento cultural lo hizo trasladarse a La Habana a la calle Monte 866 altos, donde tuve la posibilidad de visitarlo y conectarme con el micro mundo dónde vivía inmerso en su quehacer literario. Desde allí y desde entonces trato de guiarme por caminos de inquietud intelectual.

Se incorporó a la masonería como una vía de canalizar sentimientos de confraternidad y en él, la palabra "hermano" retomaba su verdadero sentido.

Su vida transcurrió tratando de alcanzar una piedra filosofal que para él consistía en encontrar un camino que lo condujera a la felicidad. Su búsqueda fue incesante y esa intención queda plasmada con extraordinaria calidad estética en el poema "La Búsqueda" publicado en el libro homónimo por la editorial "La Verdad" a finales de la década de 1950. No sé cuantos hallan leído este poema, pero sé que en las diferentes tertulias donde se ha declamado, ha producido un estremecimiento de esos que solo logran las poesías que descansan en ideas, más que en metáforas.

No pretendo seducirlos para que lo admiren, solo déjense llevar por su lírica y seguro se sentirán tan atraídos como yo. Mi admiración no proviene meramente del vínculo filial que nos une, sino de la constatación de la maestría del poeta en la descripción de sentimientos y emociones que se pueden dar en cualquier epoca y razón y que de inmediato nos lleva a identificarnos con su propuesta.

En nuestros días su búsqueda puede ser también nuestra búsqueda.

La búsqueda I


Felicidad, cuan ávidas te han buscado mis manos
por los surcos estériles de los yermos humanos!


Cuantas veces maltrecho, caminando entre abrojos
tus rutas impalpables han buscado mis ojos!


Desde el alba al ocaso fatigaste mis días,
y siempre regresé con las manos vacías...


Cuando fue primavera y el alma estaba en flor
te busqué por los campos floridos del Amor


Arrullado, en mis sueños, por visiones divinas,
olvidé que las rosas también tienen espinas.


Bebí en copas diversas un néctar enervante,
te buscaba en la fiebre de un sueño delirante


Y cuando imaginaba que ya me sonreías
desperté de mi sueño con las manos vacías.


Después la iridiscencia de una flama ilusoria
prendió en mi pensamiento la ambición de la Gloria.


Te supuse la sierva sumisa de un renombre,
creí cierta la gloria que un hombre da a otro hombre


Y corrí delirante por innúmeras vías,
mas siempre regresé con las manos vacías...


El Oro -dije entonces, la Riqueza quien sabe
si de este afán perenne pueda darme la clave


Y subí hasta el palacio de soberbia opulencia
recamado de áurea regia magnificencia


Y vi al rico orgulloso, que se encumbra sobre
el doloroso y triste desamparo del pobre,


a pesar de su orgullo, doblegar la cabeza
vencido por la angustia de perder su riqueza.


Allí estaba, no obstante tu áureo poderío,
con las arcas repletas y el corazón vacío


El Poder -pensé luego, tal vez la Autoridad
me revele el secreto de la Felicidad.


Y me asomé a la vida del hombre poderoso
que en su carro de triunfo parecía dichoso


Pero vi que los grandes jerarcas de la tierra
que alzaron su grandeza del horror de la guerra,


tenían, al final, como el pobre viandante
idénticos dolores, destino semejante.


El gañan mas oscuro y el monarca mas fuerte
eran solo una brizna de paja ante la Muerte.


Bajo el raído harapo o nobles jerarquías
encontré solo al hombre con las manos vacías


Y me dije contrito, por qué se aferra
mi alma a un bien absurdo que no existe en la tierra?


Es que sembré en la roca de un estéril anhelo
y fue pasto mi siembra de las aves del cielo?


Si lo que busco es cierto, si en realidad existe,
dónde hallarlo en la tierra? Su logro, en qué consiste?


Y entonces, quedamente, una voz sin sonido
que sólo el alma entiende, me susurró al oído:


"Quien mira al exterior no hallará la Verdad,
que es la fuente perenne de la Felicidad.


Porque el brillo del mundo no es mas que un espejismo
que cierra al ser humano las puertas de si mismo.


Quien aspire a la gloria de un logro superior
ha de encontrar la entrada en su ser interior.


Ha de templar su vida como en candente fragua
hasta hacerla sencilla y simple como el agua.


Ha de librar su mente de ese germen mortal
que se nutre de orgullo y ambición personal.


Recuerde el buscador de ese hallazgo divino,
lo personal es siempre deleznable y mezquino.


Aprenda de la flor, que diluye en el viento
su tesoro de esencia, que es el desprendimiento.


Y hallará que su vida como un rosal florece
cuando tiende la mano al que llora o padece.


Porque el único júbilo de raíz permanente
proviene de vivir inegoístamente."


Calló la voz, y luego vino a mí la Verdad:
SERVIR era el secreto de la Felicidad.


AMAR era la clave de las filosofías.
Su gracia llenó el hueco de mis manos vacías...


Benigno Vázquez Rodríguez


5 comments:

  1. Hola, es una alegría encontrar este blog sobre Benigno Vázquez Rodríguez. Lo conocí de oídas por medio de su primo, mi padre Armando O. Rodriguez Aguerrevere, hijo de Luis Rodriguez y Serafina Aguerrevere de Monte Alto. Mi padre declamaba sus poemas y me enseñó a declamarlos. Años atrás, por los 80, el me llevó a su casa de nacimiento en Montealto, que fue quemada cuando el era solo un niño. Espero algún día volver. Sería una alegría para mi poder conocer más de nuestra mutua familia. Facebook: Danny Fernandez (Rodriguez)

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  2. Gracias por su comentario,siempre me ilusiono la idea de dar a conocer la figura de una de las personalidades más descollantes de las letras cubanas. Soy su sobrino y me gustaria conversar con usted.

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  3. Sin dudas, el poema que más me gusta de Vázquez, es "El Destino". Fue amigo de mi abuelo, que también era de Los Arabos. Conservo el libro "LA Busqueda", con dedicatoria que le regaló a mi abuelo en 1960.

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  4. Hola. Mi padre es el sobrino Nieto de Benigno y le encantaría ponerse en contacto. Por favor, comuníquese conmigo. Gracias

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  5. Hola mi abuela Felicia Vazquez era hermana de Benigno y teniamos un original de su libro Precursores y fundadores con dedicatoria suya

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