Christmas o Christmas day es la festividad anual para conmemorar el nacimiento del hijo de Dios que generalmente se celebra el 25 de Diciembre y literalmente significa misa de Cristo (Christ’s Mass). Constituye una ocasión especial... el día 24 con una cena diferente, a veces suculenta, se espera el 25, fecha en la cual se acostumbra a entregar regalos.
Algunos consideran que la fecha favorece el gasto y consumo exagerado para calmar las apetencias comerciales del sistema. A mí me complace no solo el aspecto religioso de la celebración, sino también los rituales que la rodean como los arbolitos envueltos en luces y ángeles y los villancicos que resuenan con fuerza a nuestro alrededor.
Los obsequios que nos intercambiamos, colocados con mucha expectativa cerca del árbol de Navidad, usualmente están cargados de gran significación y de un trasfondo sentimental que conmueve. Ese es el caso del presente que he recibido este año. Mi hija ha logrado, después de gran acopio de paciencia, encontrar el último ejemplar de una obra casi perdida de mi tío Benigno Vázquez Rodríguez titulada La Búsqueda, integrada por 15 poemas que representan un enaltecimiento a la espiritualidad, a la amistad desinteresada y al amor sin condiciones. Por eso, esta Navidad ha sido especial, es recuperar algo que creía imposible, es un pequeño libro que a manera de poemario atesora enseñanzas, que en alguna medida, reflejan las vivencias de su autor. En mi modesta opinión, considero que su lectura resulta imprescindible por ayudarlos a ser mejores seres humanos.
Dios tenga en la gloria al tío Benigno por su legado que sin grandes metáforas, escapa a lo meramente literario para ubicarse en el campo de la meditación filosófica: vale la pena vivir, pero inegoístamente.
A continuación transcribo uno de los poemas para el camino que aparece en este libro con la esperanza de que resulte de su agrado, aunque sea a una pequeña minoría, capaz de sensibilizarse con el tema. Y ojalá que su obra ayude a que cada persona aprenda de la flor, capaz de diluir en el viento su tesoro de esencia, en señal de gran desprendimiento.
YO SONRIO
Premio: “La pluma más ágil del mes”
Revista “Super”, Enero 1956
Premio: “La pluma más ágil del mes”
Revista “Super”, Enero 1956
Yo sonrío ante el hombre que se cree importante
Porque posee medios de fortuna abundante.
Ante el cretino fatuo que sabio se imagina
Y sufre de una crónica ignorancia supina.
Ante el avaro ciego que en su pasión se olvida
Del breve y transitorio decurso de la vida.
Ante el amigo falso, de ademanes cordiales,
Que prepara en la sombra sus arteros puñales.
Ante el mortal iluso que alardea de fuerte
Porque ignora la trampa que le tiende la Muerte.
Ante los Judas pérfidos que besan la mejilla
Y venden al Maestro, pensando en la escudilla.
Pero me invade un santo fervor
Ante el hombre que sueña contemplando una flor….
O frente a aquel que vuelto de cara hacia el Oriente
Ora al Padre, diciendo: “Señor omnipotente,
Te doy gracias por todas las cosas que has creado
Con amor infinito y desinteresado.
Por la vida preciosa que ingenuo llamo mía
Sabiendo que no es cierto, si no, no moriría.
Por el agua que calma la sed de mi garganta,
Por la luz que disipa la oscuridad que escampa.
Por la tierra fecunda que generosamente
Alimenta en el surco la próvida simiente.
Por el aire sedante de las tardes serenas
Que hace más rica y pura la sangre de mis venas.
Por las claras mañanas, jubilosas y bellas,
Las flores y las aves, el cielo y las estrellas.
Y por todos los dones que nos das cada día
Que si fuera a pagártelos, ¿con qué te pagaría?
Por eso ante la escena del humano extravío,
Sin necias pretensiones, tristemente sonrío.
Ante el mortal iluso que se cree importante
Porque posee medios de fortuna abundante.
Pues si fuera a pagarte, Señor ¿Cómo podría?
¡Si son tantos los bienes que nos das cada día!.....
Benigno Vázquez Rodríguez